Publicidad 2.0 o Publicidad 3.0, ¿el fin de una confusión?

Es temerario afirmar cosas con respecto a algo tan cambiante como la Internet. Sin embargo, cuando estalló la crisis económica mundial en 2008 supe que algo nos traería al mundo de los anunciantes: históricamente, la publicidad se reinventa cuando falta el dinero.

Y, tal como me atreví a suponer, la crisis dio impulso a un medio que existía desde 2006 y que en el contexto de la recesión ganó relevancia internacional: Twitter. Fue así como pude ver que el colapso del dólar en 2008 sumado a estas nuevas formas de colaborar en la Red habían parido un nuevo concepto para la industria de los anunciantes: Publicidad 3.0.

Decidí que aquello sería mi tema de tesis para graduarme de Comunicación Social y al principio me costó que me entendieran. De modo que acabé por explicarlo frase a frase, así:

Publicidad 1.0

Surgió en la Real Gran Depresión, a finales del siglo XVII: Los productos empezaron a diferenciarse por nombres y a estos nombres se les atribuyeron características (frescura, juventud, estatus, entre otras).

Esto se enriqueció con los medios de comunicación de masas y tuvo su gran momento luego de la Crisis de 1929, un colapso del dólar que trajo como consecuencia una fuerte contracción y una posterior bonanza que, al coincidir con la posguerra, se convirtió en el escenario perfecto para el surgimiento y consolidación de las agencias de publicidad: La gente quería ser feliz y las marcas, a través de distintas consignas, empezaron a ofrecer esa felicidad.

Esto se resume en algo que nos suena bastante familiar: Publicidad ATL.

Publicidad 2.0

El auge del milenio nos dio un susto tremendo: El “efecto 2000” iba a cambiar nuestras vidas radicalmente… y lo hizo. A paso más o menos ligero se dejó la costumbre de trasladar los mismos contenidos ATL a la Red y se empezó a pensar para la Internet.

Así se hizo líder Geocities, el primer bastión del usuario, pionero de todos los blogs y de una nueva manera de anunciar: Escritores de a pie y foristas cualquiera hablando de publicidad, comentando entradas puestas por un líder de opinión o pinchando banners para caer en páginas con promociones.

Se puede decir que es la publicidad de blogs y activaciones en las que los usuarios tenían que hacer “algo” para validar el anuncio: Publicidad por clic.

Publicidad 3.0

Aquí, la carne.

Las marcas no tienen mucho dinero para gastar, los medios con más poder de convocatoria son también los que llegan a más gente: las redes sociales. Aparece el consejo mágico: las marcas se deben comportar como las personas, se prueba, ¡y funciona de maravilla!

Así se desata el proceso indetenible de colar publicidad entre charlas aparentemente “ingenuas”: Lo naif se vuelve extremadamente poderoso y uno de los primeros en dar con el ejemplo la voz de alerta sobre lo que desde la publicidad se intenta hacer para “meterse en la gente” es Obama, con su avanzada propagandística en la Red.

Comienzan a pasar cosas y la publicidad se vuelve tan social que la gente no sólo siente que un amigo muy cercano le está recomendando cosas, sino que se sienten movidos –ojo, literalmente dispuestos a movilizarse- por esas cosas.

Entonces: Publicidad en redes sociales y activaciones convocadas por Internet (flash mob) en la que los usuarios no tienen que hacer “algo”, sino que lo hacen “todo” para generar mensajes de marca: Publicidad 3.0

Yo lo tengo claro, pero aún me preocupa ver que grandes influenciadores de las redes sociales hablan del 2.0 como si fuera hoy. No entiendo por qué no se da el avance definitivo a ese esquema y por qué ni siquiera se ha visto con fuerza una discusión sobre el punto en el que verdaderamente estamos.

Twitter no es 2.0, esos son los foros y los blogs donde alguien lleva la voz cantante. Twitter está un paso más allá, en el tercer eslabón de la cadena evolutiva de la comunicación de masas, que lo es por ser masiva, pero se aleja de la idea de “masa” como conjunto de receptores pasivos, obedientes a liderazgos de opinión.

Me gustaría abrir el debate aquí y en este momento, con sus opiniones, ¿cuál es el pivote que los aferra al 2.0?

Ojo, para saber más, pueden clicar la pestaña Publicidad 3.0 que abre este blog y leerse mi investigación completa.

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3 respuestas a Publicidad 2.0 o Publicidad 3.0, ¿el fin de una confusión?

  1. Alfredo dijo:

    Hola me interesa mucho la información que plasmas en tu blog, podrias penetrar mas sobre el tema de la publicidad 1.0 2.0 y 3.0 como diferenciarlas y que las caracteriza una de otras.
    Te lo agradezco.

    • ¡Claro! Normalmente converso (de esto y muchas cosas) en Tuiter. Me puedes encontrar como @JanetMarilyn.

      La manera más fácil de establecer una diferenciación es en función de la participación de la audiencia en el proceso de envío y recepción de mensajes (los medios tecnológicos simplemente son soportes que a la larga no definen el quehacer comunicacional).

      Entonces, para verlo fácil: en la 1.0 la gente recibe los mensajes que el anunciante quiere expresar sin tener un canal inmediato para responder o crear sus propios contenidos. El ejemplo más claro es el ATL (radio, prensa, televisión), porque la gente escucha o ve algo y su opinión no llega de manera directa a quien creó el primer mensaje.

      En la 2.0 la gente tiene un espacio «regulado» de interacción, un ejemplo es la dinámica del blog: tú como usuario puedes comentar lo que piensas de una marca o de un contenido creado por una marca, pero no puedes publicar una entrada en ese blog, con la «autoridad» de un editor. Es decir, tienes posibilidades limitadas como usuario/emisor y sigue habiendo jerarquía: la marca es la que te habla y te escucha según quiera o no hacerlo.

      En la 3.0 la marca es una persona igual a ti y los dos tienen el mismo poder y a veces hasta la misma responsabilidad en la creación de un contenido: tú tienes que despertar el interés de la marca y ella tiene que despertar tu interés, para que comience una relación (tal cual como se manejan las amistades). Esto es lo que se intenta que pase en Twitter, por ejemplo.

      Si quieres saber más podemos seguir conversando y adicionalmente te invito a hacer clic en la pestaña «Publicidad 3.0» en mi menú horizontal. Allí podrás descargar un pequeño trabajo académico al respecto (digo «pequeño», porque aborda unos aspectos muy específicos dentro de un tema que es infinito).

      Saludos y muchas gracias por leerme 🙂

  2. En este aspecto que citas, hay un error de percepción que repites en tu blog, y es que el 3.0 no surge por temas económicos de las marcas. El 3.0 viene de muy atrás, tanto como que viene desde que surge el 2.0 y se detecta en los entornos profesionales con relación al uso de las comunicaciones para el desarrollo empresarial, social,… desarrollo sostenible (sustentable) que hay carencias y que el que empezaba ya a conocerse como 2.0 iba a ser escaso y dejaría brechas donde grandes masas de personas podría quedar aisladas, de tal manera que se plantea que deberá haber «algo más allá del 2.0» y bueno… surge denominar a esa necesaria evolución del 2.0 como 3.0 por continuar con esa nomenclatura del argot informático.

    Por tanto, el 3.0 es previo a esta situación de crisis económica internacional que nos afecta.

    Yo lo vengo promoviendo desde hace más de una década, allá por el 2002 ya lo exponía a mis alumnos de la universidad y lo ponían en práctica.

    El aferrarse al 2.0 es porque el cambio ha sido en tan poco tiempo que hay quienes aún no han rentabilizado su inversión en 2.0 con lo que se niegan a citar siquiera que hay algo más evolucionado para que pocas personas lo sepan y no haya una masiva demanda de ese «algo más» que se echa en falta pero que se cree que aún está por llegar pese a que cada día somos más y más profesionales los que advertimos que ya hace mucho que llegó.

    Hay muchas empresas que lo practican, muchos ejemplos en anuncios, campañas publicitarias,… que se basan en parámetros 3.0, pero sin citar que están haciendo acciones 3.0, quizás para desmarcarse de la competencia que aún está trabajando por mejorar en base a un 2.0 que nunca fue algo que se supusiera que fuera a ser tan largo en el tiempo dado que es insostenible por sus carencias para convertirse en algo universal, global, a la vez que personal, particular, genérico y específico a la vez,…

    Tu percepción de twitter y su relación con el 3.0 es debatible, pero decir que es 3.0, es excesivo, pese a algunos pequeños detalles que puedan ser un «2.0 evolucionado» llegar a presentarlo como ejemplo que definiría lo que es 3.0 lo considero un error, que achaco tal vez a que estés en una edad donde no has conocido la evolución de la publicidad salvo por lo leído, visto u oído, y no por lo «vivido» ya que un análisis de la publicidad de una forma descontextualizada en lo social, lo económico, político, laboral, tecnológico, educativo, cultural,… pues genera percepciones a veces erróneas. Así el 3.0 se echa poco en falta en franjas de edades que podría ser la de menores de 30 años, se intuye que va a llegar en breve entre las franjas de los 30 a los 40 años, y se promueve en franjas de 40 a 50 años entre profesionales que promovemos el desarrollo (no tanto entre profesionales que sólo buscan rendimientos económicos a corto plazo), siendo en franjas de 50 a más edad una donde se echa en falta algo que sin saberlo resulta ser el 3.0.

    Y es el desconocimiento de qué es el 3.0 lo que hace que pocas empresas de publicidad (o de otro tipo) estén aún en acciones que opino que les debe estar resultado poco rentables para las marcas ya que el 2.0 ha llegado a saturar y dejado de ser efectivo moverse publicitariamente en estos parámetros.

    Sin embargo otras, sí, hace tiempo que lo practican, quizás sin saber que hacen publicidad 3.0, no lo sé, pero… lo practican.

    En fin, como esta entrada ya tiene varios años y veo que hace unos años que tampoco tiene actualizaciones por tu parte, quizás esto ya esté abandonado, pero por si alguien pasa por aquí, espero que este apunto que hago sea de utilidad para contribuir a la difusión con mayor detalle y corrección de qué es el 3.0 y su aplicación a la publicidad.

    Lástima haber coincidido tantos años después de tu estudio al respecto.

    Un cordial saludo.

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